4.14.2015

Cómo Preparar a los Niños Para una Mudanza

 

Si es difícil para un adulto, para los más pequeños las mudanzas pueden ser una
situación aún más difícil


Un cambio de casa o de ciudad, independientemente de las circunstancias, siempre supone mucho trabajo y algunos dolores de cabeza para las familias. No siempre estamos preparados para los cambios. Y si supone una dificultad a los adultos, la mudanza puede resultar estresante para los niños. Puede representar un problema para los más pequeños si no son preparados, con anterioridad, para la nueva realidad.
Para los bebés de menos de un año de edad el traslado no será dificultoso. Es cierto que notarán el cambio y percibirán el estrés y los nervios que transmitáis vosotros por la mudanza; pero si estáis tranquilos, se adaptarán con gran facilidad puesto que aún no terminan de acomodarse a su entorno.
Para los niños menores de 3 años, aunque ya hayan empezado la guardería, será algo más difícil, pero a esta edad aún tienen facilidad para amoldarse al nuevo hogar, sobre todo si cuentan con una rutina con la que se debe continuar en el nuevo sitio.
El caso de niños en edad escolar es más duro. Tienen que abandonar a sus primeros amigos, su profesor , su rincón especial de la casa… A partir de los 4 años son conscientes del mundo que les rodea por lo que les costará discernir y someterse a los cambios.
Los niños sienten todo y absorben hasta las preocupaciones de los padres. A los niños les afectan grandemente las actitudes y los estados de ánimo de sus padres.
En el caso de un cambio de casa, los niños necesitarán que sus padres les transmitan un mensaje de tranquilidad y seguridad. Explicar a un niño pequeño acerca de un cambio de casa puede convertirse en algo muy divertido.



Información

Lo primero es decirle lo antes posible que tenéis que trasladaros aún nuevo domicilio explicándole los motivos que nos han llevado a tomar esta decisión, para que ellos tengan tiempo suficiente para ir asimilándolo y despidiéndose de todos sus amigos.
Se debe explicar claramente al niño, y de una forma positiva, el por qué de la mudanza. Y en el caso de que el niño te haga preguntas, no le deje sin respuestas.
Cuando se acerque la fecha de la mudanza, vuelve a hablar con ellos, pregúntales como se sienten con este cambio. Utiliza algún cuento, o simula una historia de familias que cambian de casa utilizando plastilinas, dibujos, juguetes, o lo que te ocurra. De esta manera, ellos de a poco se van preparando para la mudanza

Mantener breves conversaciones con ellos sobre las cosas buenas que les aportara un nuevo barrio, su nuevo colegio , las nuevas amistades y una nueva habitación,…, y se concentre solamente en los beneficios que traerá la mudanza . Adelántate a las preocupaciones que pueda tener tu hijo. Dile, por ejemplo, que él no perderá sus amigos de toda la vida. Que continuarán encontrándose siempre que puedan los papás.
Es aconsejable que familiarice al niño, de la mejor forma posible, con la nueva casa y sus alrededores. Enséñale fotografías, mapas, etc. Además, si es posible, lleva a tu hijo a visitar la nueva casa, antes de la mudanza


Proporciona continuidad 
 Gran parte del estrés que sufren los niños proviene de la "novedad" y la "diferencia" de las cosas.
Se tolerante con ellos ya que a los niños le costara bastante más que a vosotros asimilarlo, lo que conllevara a rabietas y enfados que puede que nos saquen de nuestras casillas y es ay cuando más tolerantes tendremos que ser con ellos.
A los niños les gusta las novedades. Describe el lugar donde está ubicada la nueva casa o piso. Anímale diciendo que tendrá parques, mucho verde, más espacio para juegos, que estará más cerca de la escuela, y lo que te ocurra, desde cuando sea verdad.

Cuando se haya hecho la mudanza, anima al niño a explorar el local. A descubrir rincones secretos, además de pedir su ayuda para decorar su nueva habitación, y determinar lugares para sus juguetes.
La actitud que tengamos acerca de la mudanza influirá en la actitud de tus hijos. Si muestras temor, entonces el mudarse les parecerá que es demasiado. Tanto el entusiasmo como el optimismo sobre las nuevas experiencias y oportunidades a pasar en el nuevo hogar, harán más probable que ellos se sientan de la misma manera. 


Aunque puede resultarle tentador sacar a su hijo/a del medio durante la mudanza, trate de pensar en algunas maneras de hacerlo/a participar. Por ejemplo, puede pedirle que empaque y desempaque ciertas cosas o déjalos ayudarte en lo que consideres pertinente

    Permítale a su hijo/a despedirse adecuadamente

    Es normal que los niños estén tristes por tener que dejar un entorno que ya conocen. Organice una fiesta de despedida para su hijo/a. Sugiérale que junte las direcciones de sus amigos para poder mantenerse en contacto y que les tome fotos para poder recordarlos y mirarlas cuando los extrañe. Si es posible, fije una fecha para volver de visita.
El mejor momento para una mudanza de casa es en el periodo de las vacaciones escolares, y de algún largo festivo. Si ves que tu hijo tiene condiciones de colaborar, inclúyale en los trabajos de la mudanza. Pero si ves que a tu hijo todavía no se interesa por ello o que le da igual, permítale que se quede durante los días de la mudanza, en la casa de algún familiar, o de algún amigo de confianza. Así lo mantendrás alejado de todo el estrés que supone una mudanza.

    Mantenga la rutina
      Trate de mantener los horarios normales para comer e ir a dormir. Es particularmente importante que se asegure de pasar algo de tiempo en familia durante todo el proceso de la mudanza, así le recordará constantemente a su hijo/a que usted aún está dispuesto/a a apoyarlo/a cuando él/ella lo necesite y que eso no cambiará.
Mantener rituales como las comidas en familia o los juegos de mesa por las noches, puede ayudar a construir un sentido de coherencia tranquilizador para los niños.

    Dales tiempo 
    Los cambios son difíciles para todos, e independientemente de cuánto haga usted antes y durante la mudanza, es normal que su hijo/a esté triste por un tiempo, o incluso que se comporte mal.
    Una vez terminada la mudanza , podemos volver a recorrer el barrio nuevo tipo excursión para que se ballan familiarizando con la zona, y una vez que lleguemos a casa podemos ir desembalando todos nuestros queridos objetos para empezar a colocarlos a modo de juego.
Nuevos amigos. Alienta a tus niños a inscribirse en diversas actividades, para que tengan la oportunidad de entablar nuevas amistades


La escuela. Trata de conocer a la mayoría de los profesores y de presentarle tu hijo a la directora. Ten expectativas realistas acerca de la transición.
Si es posible, lleve a su hijo/a a conocer al maestro y a visitar la clase.
Los maestros estiman que los niños demoran unas seis semanas en sentirse cómodos en una nueva clase. Algunos tardan más, ¡otros menos!



Integración. Si tu hijo es tímido, deberías invitar a los vecinos a comer a tu nueva casa, en lugar de forzarlo a él a ir a algún lugar. En un ambiente relajado, los niños suelen mezclarse solos.

Involúcralos. Ayuda a los niños a sentir la nueva casa como su hogar, incluyéndolos en algunos quehaceres. Pueden colaborar con la pintura de su dormitorio o la decoración. Se sentirán más cómodos sabiendo que hay cosas que decidieron ellos mismos

Haga de la mudanza un evento familiar 

 Si planea la mudanza como familia y se apoyan entre sí para adaptarse a la nueva comunidad, puede unir mucho más a su familia. Deje que su hijo sepa que usted estará disponible para ayudarle a superar cualquier problema e inquietud que pueda surgir. La mudanza puede presentar desafíos, pero también muchas cosas buenas vienen con este tipo de cambios. ¡Ese es el mensaje que tus niños deberían recibir!

Consejos Útiles para Mudarse de Casa 

 


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